No sé muy bien qué poner, gente... Mi vida está obrando de bajón patológico y pendular...
Lentamente las espinas se vuelven alfileres clavados muy adentro...
Todo se vuelve un mar de sangre...
No sé muy bien qué poner, gente... Mi vida está obrando de bajón patológico y pendular...
A ver, a ver. ¿Cuál es el problema de la gente buscapleitos como El Conde de Montecristo? ¿Ocultandose tras un nick literario para ocultar su mediocridad? Puede ser. Pero no me meto. Despues de todo, mi seudónimo de escritora es Ursula Iguaran. Tal vez tiene traumas de pequeño y gusta de atacar directamente a gente que no conoce. Le informo que hay algo llamado diplomacia, que dicta que usted puede expresar cualquier expresion respecto a nuestros escritos, mas no atacarnos como personas.
FELIZ PRIMAVERA, GENTE!!!!
Yo estoy preocupada. Lejo de ponerme a contar los rings de los teléfonos (Tas un poco al pedo o me parece, Sally?), yo escucho teléfonos sonando dondequiera que este. Generalmente, me levanto (valórese el gasto de energía) y busco el mio. Lo miro. No suena, ni mucho menos. Otras veces empiezo a alterarme, golpeandome la cabeza al grito de "Está sonando un celular, está sonando un celular", causando la alarma de mis amigos que miran sus respectivos celulares y me miran asustados. Yo no sé si los escucho como síntoma que anuncia la proximidad de un ataque de stress, porque estoy alienada en plena era de telecomunicaciones, o simplemente como reflejo de mi deseo de que la gente me contacte.
¿Vieron los tonos (los "rings") que escuchamos cuando llamamos a alguien por teléfono? Yo no quiero decir nada, pero simpre el silencio entre la tercera y la cuarta sonada es más largo que el que está entre la priemra y la segunda, o el de la segunda y la tercera... Me da bronca. Encima, si llegás a escuchar esa maldita cuarta sonada, es porque te atiende el contestador. O, en el mejor de los casos, no te atienden más. Es un garrón.
-Mami, ¿Me contás un cuento?- rogó Ezequiel desde la cama. -Bueno- dijo Clara, y se sentó junto a su hijo. - Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, un reino muy, muy lejano que ya no existe más. Vivía en ese reino un hombre muy malo, que quería ser mago, pero nadie le quería enseñar los trucos de magia, porque sabían que la utilizaría para hacer el mal. Este hombre, entonces, aprendió algunos de los trucos de Adolfo Alfredo Aconquija, el brujo personal del rey. Aprendió, de a poco, y con mucha práctica, a hacer desaparecer cosas. Bancos, lápices y todo tipo de objetos desaparecían bajo sus conjuros. Más tarde, logró borrar animales de la granja de sus vecinos. Entonces, decidió asistir a una escuela de brujos, en otro reino, cuyo director no hablaba su idioma. Él, y tantos otros compañeros de clase, aprendieron los secretos de este arte. Un día, este hombre logró lo que tanto ansiaba: hacer desaparecer personas. Se dirigió entonces al palacio, decidido a volverse rey. Contaba con varias ventajas. En el palacio sólo quedaba la reina, porque el rey había muerto, que era incapaz de manejar el reino, y Adolfo Alfredo Aconquija, que no presentaba problemas. Tomó entonces el poder, y quiso demostrarle al pueblo los trucos que había aprendido. Empezaron a desaparecer entonces, los habitantes del reino. Desaparecía gente de cualquier edad, y de cualquier religión. El problema es que el rey, que creía ser mago, nunca había aprendido a reaparecer las personas que se iban. Cada vez menos gente quedaba en el reino. Los habitantes que aún no habían desaparecido intentaron quejarse, pero estaba prohibido mostrarle al rey que había algo que no podía hacer. Ofendido, y con el orgullo herido, el rey optaba por desaparecer entonces a todo aquel que se quejara de su reinado. Así pasaron muchos años de tristeza en ese reino lejano. Los otros reyes, que gobernaban territorios cercanos, imitaban los trucos, intentando alcanzar al rey de nuestra historia. Un grupo de jóvenes, finalmente, decidió combatir al peor rey que habían tenido.- -¿Y no tenían miedo?- -Claro que tenían miedo. Todos tenían miedo. Pero eran muy valientes. El reino ya no era como al principio. Muchos de los reinos extranjeros se habían enterado de lo que estaba pasando, y no les convenía. El rey había dado muestras de su debilidad. Estos jóvenes entonces, empezaron a organizarse, y cada vez eran más. Se reunían en secreto, y armaban un plan. Finalmente, lograron entrar al palacio y echar al rey, que se refugió en otros reinos. Todavía había mucha gente que estaba de acuerdo con él. Y desde entonces, los jóvenes luchan para que la gente no se olvide de ese rey, y de lo mal que dejó el reino, lleno de corazones destrozados.- Clara se levantó, besó a su hijo con más fuerza que nunca en la frente, y se alejó hacia la puerta. Cuando apagaba la luz, escuchó la voz de Ezequiel que preguntaba: -Mami. Si el señor ese no era mago en serio, ¿Adonde iba toda la gente?- Clara luchó contra el nudo en su garganta. -El rey escondió a toda esa gente en cuevas sin entrada ni salida. Hasta que un día, todos ellos aprendieron a volar y se alejaron, surcando el cielo, adonde no pudieran molestarlos más.- -¡Qué bueno que se escaparon! Volar debe ser lindo- -Sí, Eze, ¿Verdad que sí?- Clara apagó la luz y salió del cuarto, mientras ríos de lágrimas borraban su historia.
(Si no, chequéen wwww.esomismamente.blogspot.com)
Odio tener que pulsar "SHIFT" y después el maldito 2. No le hallo sentido. Sé que es así (o con algún código del tipo "ALT" + "inserte aquí su seguidila de números"), pero detesto hacer ese trámite cada vez que tengo que escibir un mail. Afortunadamente las direcciones de páginas sólo tienen puntos. Y letras. Eso sí es calidad.
Digamos que estuvieron en el PlP, viendo a "CA", "N" e "I".
Mi profesor de Sociedad y Estado concluyó su explicación: "El siglo XX es, realmente, un siglo impresentable". ME pareció el adjetivo más copado aplicado a un siglo, y me alegró mi horrendo lunes.
En la playa, lentamente se hacía de noche. El cielo estaba cubierto de espesas nubes violetas. Hace días que la tormenta amenazaba con desatarse. Corría un viento frío, cargado de arena. Más lejos, las olas rompían contra la escollera vomitando espumarajos blancos.
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LA UBA solo acepta cambios de horarios con presentación de un certificado laboral que diga, concretamente, que estás ocupado en los horarios en los que cursas.
¿No creen que hay momentos en que el optimismo rompe las pelotas? Yo en general le pongo buena onda, pero cuando uno está bajón, lo peor que te pueden decir son mierdas como "hay cosas peores", "son cosas que pasan", "pensá en el hambre en África","ya va a pasar", "bueno, no es para tanto",o "dejá de llorar". Punto uno: el bajón es algo profundamente egoísta. En esos momentos, hasta al más socialista de los socialista le importa un carajo la gente que la pasa peor. Lo importante es el propio bajón.
He descubierto mi miedo interminable al azul perverso del mar y al del cielo, y a las estatuas griegas. Irónicamente, cuando no estoy durmiendo los amo. Me llena de una alegre melancolía pensar en ello.
Le comunico a nuestro público (???) que hemos sido engañadas como vulgares pichiruchis. Nosotras, felices por tener un lector que dejaba commments, nos enfrascamos en conversaciones y elogios mutuos. Era todo un logro. El señor bolaperdida nos leía.
Caballero, le agradezco sus comments. Estoy totalmente de acuerdo con usted. Parafraseando a Mark Twain, "Cuando conozco a un norteamericano, no me importa si es negro, blanco, amarillo, o rojo. ME trae sin cuidado si es católico, budista, protestante o mahometano. ME basta saber que es yanqui. Peor cosa no podía ser."
Una de las cosas más maravillosas que existen en la vida es escuchar a los Beatles una y otra vez, y una y otra vez darte cuenta que el mundo y tu vida son un poquito mejor gracias a ellos.
El perro de Pavlov, según últimos estudios....
EN JULIO DE ESTE AÑO VIAJÉ A JUJUY,Y ENTRE LOS LUGARES EN LOS QUE ME RECIBIERON (Y MUY BIEN) ESTÁ LA COMUNIDAD DE YACORAITE. ESTA COMUNIDAD ESTÁS CONFORMADA POR 60 FAMILIAS, QUE VIVEN DE LA POCA AGRICULTARA Y DE LOS ANIMALES, YA QUE ES ZONA DE MUCHA
Tal vez prontito le llegue el queso. Pero, realmente, lector... por ponerle a su blog "me permite una palabrita"? y que cuando una, ilusionada, se mete a leer no hay ni una, no se merece ni una miga...Chequee a ver qué es lo que está pasando--- Mataría mil leer algo suyo, más allá de los comments. Si se pone las pilas, quién sabe lo que le hacemos llegar más adelante...
Si yo soy yo,
Ahí venía ella, con su esfera de rulos de frente y sus cubanas cortadas al mejor estilo "Joven manos de tijera", su buzo violeta viejo, el cuello de polar verde seco y los pantalones que nunca supimos bien si eran calzas o qué. Sus medias, tal vez lo más importante de la vestimenta general, venían meciéndose sobre las botamangas. Y entró para comenzar a dictarnos su clase de Psicología.