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Voy a confesar públicamente que, durante aproximadamente 14 años de mi vida (es decir, hasta hace un par de años), creía que, en la frase "Pienso, luego existo", el "luego" ocupaba la función de un adverbio de tiempo. Se leería "Pienso, después existo". Aún así, en mi cabeza, tenía sentido como frase filosófica. Trazaba un paralelo con aquella máxima de "Pensá antes de actuar". Solo hace unos años, con los estudios correspondientes, entendi que significaba "Pienso, ENTONCES existo", revalorizando la razón, y, desde ya, cargándose con un significado y una escuela mucho mas profundos que los que le adjudicaba originalmente. Son una de esas cosas que te hacen decir "AAAAAAAAAAAAAAAH", y sentirte un estúpido. Pero es una estupidez linda de compartir, con la frente en alto, al grito de "Que idiota que soy!"