20.11.05

Mala onda

Los mosquitos tienen que ser, sin lugar a dudas, los bichos mas cizañeros del reino animal... o reino insectario... bueh, reino animal, subrreino insectario. En todo el día, no le pasan cerca a uno. Esperan a que uno esté intentando dormir, para pasarle por al lado del oído, impidiéndole entregarse a los brazos de Morfeo. ¡Hay que ser camorrero! Porque, cuando yo quiero dormir, eso es lo UNICO que me interesa. Por ende, dejo todo mi cuerpo a disposición del chupasangre. Podría ir y hacerse un festín con mi pierna, discretamente, y todos tan amigos. Pero no, el señor tiene que disfrutar, con el sadismo que lo caracteriza, no que yo me queje por tener ronchas, cosa que respeto, porque todos tenemos que comer, sino el mantenerme despierta. Deja que me adormile y después pasa, zumbando al ras de mi oreja, aprovechando mi clara inferioridad de condiciones que, en la oscuridad, no puedo ubicarlo para darle la muerte que se merece. El mosquito, de noche, es turbulenta omnipresencia, es zumbante antagonista, es tristemente inalcanzable, pero, fundamentalmente, ¡ES UN HINCHAPELOTAS!.