21.12.05

Aplausos

Escuché algo que me dio risa. Los pequeños burgueses porteños organizaron una protesta consistente en salir todos a la puerta de su edificio a un determinado horario convenido en innumerables cadenas de mails, a aplaudir. El objetivo era hacer escuchar su voz (o bien, palmadas), para quejarse de los piqueteros y otros que, con sus medidas de fuerza, les impiden llegar al trabajo o a ver a su tío Paco, sin mencionar que afean la ciudad y provocan una disminuciòn del turismo y, por ende, de los ingresos de los negocios de pequeños burgueses. Aparentemente, reclaman que los que estén sin trabajo, comida, plata o cualquiera de esos detalles, adopten medidas más recoletas, y no perturben a la gente de bien. Al margen de la debatible inutilidad del "Aplaudazo", estamos en un nivel en el que se organizan protestas para protestar contra las protestas de los que protestan. HAbría que organizar una protesta contra los pequeños burgueses que no me dejan dormir aplaudiendo, y así entraríamos todos en un inmenso círculo, hasta que no quede un solo argentino que no esté ocupando protestando por motivos propios o porque le joden los motivos, o bien las metodologías de los otros. La protesta paralizaría el país. No tardarían en hacerse oír los reclamos de Brasil, Uruguay y demás países, porque la gigantesca protesta Argentina perturbaría la paz del continente, y boicotearía la economía del Mercosur (dado que la economía argentina quedaría en espera hasta finalizar las protestas). Con América Latina a la cabeza, el resto del mundo no tardaría en embanderarse, encacerolarse, engrafittarse y aplaudir, quejándose por el desbande de estos pagos. Estados Unidos, finalmente, cuando se cansara de invadir países intentando evitar las protestas (y generando, no lo olvidemos, nuevas protestas por la invasión y el avasallamiento de los derechos humanos), se hartaría de ser considerado el malo, haría una inmensa sentada con bengalas, y el mundo entero estaría protestando. Irónicamente, la subdivisión eterna nos llevaría a una protesta unida, global, sin distinción alguna entre los que protestan por algo y los que protestan para que no se proteste. Así, el clamor de la Tierra recorrería todo el Universo, lo cual sería bueno, porque, en última instancia, todos protestamos porque nos embola ser los únicos, y estar atascados en este planetucho con gente que nos cae mal y protesta por pelotudeces que no compartimos. ¡Hostia!

1 Comments:

Blogger Sally y Bama said...

Es como la teoría del caos... El caos lleva engendrado en sí una armonís absurda, ridícula y estúpida.
Tal vez sea la única forma, la nueva forma que haga historia, como un mayo francés falluto, como un mutante del amor y de la paz...
La nueva revolución..
cuáto deja que desear....

11:23 p. m.  

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